Ucrania: Ante las conversaciones en Washington, Emmanuel Macron pide una "nueva fase diplomática"

Las convulsiones mundiales no esperan a nadie. Emmanuel Macron ha hecho de este precepto su principio rector en un escenario internacional ahora presa de "depredadores" y una vida política nacional conmocionada desde la disolución de junio de 2024. Entre estas dos realidades, el jefe de Estado intenta componer su propia partitura, él que quiere encarnar a "Europa como potencia", capaz de afrontar los grandes retos del siglo (económicos, tecnológicos, diplomáticos, ecológicos, etc.) sin sacrificar sus valores ni su integridad.

Para Emmanuel Macron, la guerra en Ucrania representa la síntesis de todos estos desafíos para Europa. «A través del conflicto ucraniano, estamos redefiniendo las reglas de nuestra seguridad colectiva», aseguró el jefe de Estado a la prensa el domingo 17 de agosto, en el Fuerte de Brégançon (Var). «Si queremos ser libres, si queremos ser independientes, debemos ser temidos; si queremos ser temidos, debemos ser fuertes».

Pero el tiempo corre en contra del ocupante del Palacio del Elíseo. Tres años después del inicio de la ofensiva rusa contra Ucrania, Emmanuel Macron vuelve a presenciar cómo se acelera el curso de los acontecimientos. La cumbre celebrada el 15 de agosto entre Donald Trump y Vladimir Putin en Anchorage, Alaska, que no culminó ni en un alto el fuego ni en un plan aceptable para resolver el conflicto ruso-ucraniano, excluyendo inicialmente a Ucrania de las negociaciones, es una clara muestra de ello.

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